"Comencé con la serie de los desnudos en los años ochenta, un poco como mis otras dos "series históricas", naturalezas muertas y paisajes, como un juego, temas tan remanidos no parecían dar muchas posibilidades para la innovación, pero gracias a conocer obras como las de Bacon, Giacometti o Hockney, más algunos aportes de tendencias cercanas al cubismo (una escuela a la que yo avisoré de entrada única, no cerrada a posibilidades de aportes en los espacios contemporáneos). Al principio, traté de mezclar la figura del desnudo femenino con las naturalezas muertas dentro de mis formas de expresión. En mi interpretación del realismo, la obra gustaba al público pero temí que la serie se volviera decorativa, trataba de no mezclar en la imagen lo psicológico, y temía lo afichesco. En la actualidad, lo retomé desde una visión con aportes del espacio cézanniano, el comic, pero básicamente desde lo gráfico, eso se nota sobre todo en la serie de desnudos del cuaderno negro".
Alejandro Pérez Becerra





